El
conjunto megalítico está configurado por seis grandes piedras que
se disponen de forma articulada para establecer la singular
formación.
Disco molar
La
de mayor tamaño, a “Molexa” o “Moa”, que por su forma
confiere nombre al conjunto, tiene forma de disco pétreo y se
encuentra desbastada en su faz N.NO., y en su envés S.SE. la faz se
encuentra sin trabajar.
Esta
diferente definición del acabado en las dos caras del disco o moa
determinan que el conjunto se estableció para ser contemplado en
proximidad desde el N.NO., y en contrapunto de la visión alejada
desde S.SE. en el valle.
Desde
la visión cercana desde N.NO. se pueden apreciar los trabajos de
tallado que la roca original recibió para ser presentada en la forma
de una moa.
La
pieza megalítica ha sido realizada mediante un tallado primitivo que
confiere a su perímetro una forma poligonal cercana a un círculo.
Son muy evidentes los diferentes trazos de tallado en todo el
perímetro, pudiéndose contar hasta catorce en su parte visible
superior.
Peanas
El
disco megalítico se encuentra erguido apoyado entre dos grandes
rocas colocadas a modo de base o peana, de forma que la roca
principal se apoya en las otras dos que la pinzan para mantenerla
erguida.
La
moa ha sido también tallada y pulida de forma cóncava en su base
para un mejor apoyo en las dos rocas de peana.
La
unión de las tres rocas forman el elemento más característico del
conjunto de Pena Molexa, y por el que es recordado por quienes lo
visitan.
El
intimo encaje de las tres rocas fue realizado de forma manual por los
canteros antiguos pudiéndose observar además señales de su
colocación en el momento inicial:
El
encaje de las piezas que forman el conjunto del disco y las dos
peanas posee una ajuste de las juntas que se realizó mediante un
paciente trabajo de aproximación gradual.
Las
piedras de la peana tienen labrada una superficie convexa en una
cara, así que una vez que se pusieron sobre el terreno los dos
bloques, fue preciso en la cara inferior del disco molar dar forma
cóncava para que encajara con las piedras de la peana.
La
gran pieza molar fue abrazada por cuerdas para su colocación y estas
dejaron señales características sobre la faz desbastada Norte que
aún se pueden observar.
Y
además para que el disco molar tuviera una inclinación concreta
sobre el resto del conjunto fue necesario calzarla con lajas del
mismo material pétreo, especialmente se pueden comprobar aún en la
parte S.SO. de la peana.
Bordas
El
conjunto posee dos piedras colocadas de forma paralela sobre el
terreno que configuran un lecho, o barca, en la dirección del eje
principal N.NO. – S.SE.
Ambas
piezas están pulidas en su cara exterior de forma redondeada y entre
sí se separan en la parte superior y posiblemente se unen en la
parte inferior, ahora enterrada, configurando una “cunca” o
pequeña “dorna”.
La
piedra colocada al Norte posee una mayor altura y su forma recuerda
la borda de un barco, protegiendo así la “cunca” situada entre
ambas.
La
piedra colocada al Sur rebaja su altura permitiendo observar el
interior de la “cunca” desde el camino de acceso por el Sur.
Mesa
El
conjunto se completa con la pena de menor tamaño colocada
directamente sobre el terreno en la parte Sur.
Esta
pieza se encuentra labrada y pulida en su cara superior y solo
devastada en la parte inferior en contacto con el terreno.
La
pena recuerda en su forma y posición al de una mesa rústica
